Da cuenta de cómo la búsqueda de identidad de un pueblo y el país que a principios del siglo XX accedía a un espacio en la cultura occidental, son el entramado sobre el cual Borges se vincula al tango.
Explora en tres amplios capítulos las influencias intelectuales del mártir cubano; trata además, de los principales compañeros con quienes Martí compartió sus ideas políticas y estéticas.